Misión: "Levantar la moral"
"Ánimo, hay que animarse" fue la frase de nuestro jefe para levantar la moral del equipo en una reunión hace unos días. Y yo que pensaba que dirigir una empresa era difícil... La clave era decir las palabras justas: "Ánimo".
Voy a plantear mi segunda teoría sobre los jefes: Tienen el complejo de los pescados y el vino. Esta teoría sostiene que los jefes creen que mediante sus palabras pueden producir los mismos efectos que Jesús en la afamada parábola donde multiplicó los alimentos. Al decir "ánimo" este hombre habrá creido que podía producir el efecto por arte de magia o de forma milagrosa. Es una pena que el resto de la gente tenga otros dioses porque se sintieron menospreciados. Uno tiene la esperanza de que la gestión de los recursos humanos sea un tema serio y delicado, que se cuide como debe ser, en definitiva es el capital más importante de una empresa de servicios informáticos. Siempre vale más un gesto que mil palabras, hay que predicar con el ejemplo en todos los ordenes de la vida, ¿o no?
Los jefes parecen no entender lo importante que es el estado de ánimo de una persona para sus resultados. Es fundamental. Si yo estoy contento, trabajo más y mejor, llevo una actitud positiva y hasta puedo contagiar al resto para que se animen y mejore el clima de trabajo. Hasta la tontería más insignificante puede producir un efecto negativo o positivo dependiendo de cómo se trate. Gestionar personas no es una tarea fácil, es de las más complicadas, y esta gente no sólo lo hace mal sino que pareciera que eligen la peor opción siempre.
Yo todavía estoy sorprendido. Hay muchos estudios científicos sobre estos temas, sin mencionar la cantidad de libros escritos al respecto comenzando por el viejo y querido "Peopleware". Sin embargo, casi todos los jefes que he tenido en mi vida laboral ignoraban (y en algunos casos despreciaban) esos conceptos.
Creo que el entorno de trabajo es un elemento muy importante que se debe cuidar al máximo detalle. En mi opinión es muy fácil, sólo requiere
- respeto
- flexibilidad
- dedicación
Respeto porque siempre se debe tener mucho respeto hacia los demás, tanto los responsables como los miembros de un equipo. El respeto es la base para toda relación, no sólo de trabajo.
Flexibilidad en las situaciones cotidianas. Exigir puntualidad exacta todos los días del año no es sano para este trabajo. En mi rama de la informática se trabaja por proyectos, es decir, con un objetivo puntual a entregar en una fecha puntual. El ritmo de trabajo se debe adaptar a esa filosofía.
Dedicación por parte de los jefes a temas relacionados con todo aquello que rodea al trabajo en sí, como ser el lugar físico de trabajo, apoyar al equipo en todas las decisiones, demostrar que ante un problema todos nos haremos cargo para solucionarlo juntos, responder a las inquietudes, estar siempre disponible para intercambiar opiniones, aceptar las críticas e intentar solucionarlas.
Quizá todo esto es un poco utópico, pero yo sostengo que es posible.
Saludos,
El Analista
(y JFP: jefe de proyecto en funciones... es que el jefe del proyecto esta de vacaciones...)


